Un estudio longitudinal reveló que cerca del 30 % de los adultos en Santa Fe manifestaron síntomas de ansiedad o depresión durante 2024, mientras aumenta el número de personas que llegan en crisis a las guardias hospitalarias. Especialistas señalan la urgencia de fortalecer la atención comunitaria y ambulatoria, junto con políticas públicas que prevengan estas problemáticas.

Entre 2022 y 2024, solo el 58 % de los adultos mantuvo estabilidad en su salud mental. Un 5 % sufrió malestar persistente, un 12 % mostró un patrón intermitente y un 18 % empeoró durante 2024. En 2023 se registró el mayor nivel de malestar psicológico, con un 26,7 % de la población adulta afectada.

Las guardias hospitalarias reportan un incremento sostenido de consultas: entre 2019 y 2022 las atenciones en adultos se duplicaron y en niños y adolescentes se triplicaron. Frente a este panorama, el gobierno provincial elevó la jerarquía del área de Salud Mental a Subsecretaría en diciembre de 2023, con el fin de destinar más recursos y mejorar la coordinación de programas.

Los síntomas más comunes incluyen ansiedad, tristeza prolongada, insomnio, fatiga emocional e inseguridad respecto al futuro. Niños, adolescentes y jóvenes aparecen entre los grupos más afectados, según reportes escolares, comunitarios y hospitalarios. Estos problemas impactan en la vida cotidiana, desde el rendimiento laboral y educativo hasta las relaciones interpersonales, mientras que en algunas zonas persisten demoras o falta de acceso a atención especializada.

Entre las medidas implementadas figuran el refuerzo en guardias hospitalarias, la creación de registros provinciales de atención ambulatoria y campañas de prevención dirigidas a población joven y comunidades vulnerables. Sin embargo, aún queda pendiente ampliar la oferta en áreas rurales, reducir los tiempos de espera para tratamientos, incorporar la salud mental en todos los centros de atención primaria, aumentar campañas de concientización y asegurar financiamiento sostenido para programas y profesionales.

Con casi un tercio de adultos santafesinos manifestando síntomas de ansiedad o depresión, la salud mental se consolida como un desafío prioritario en la provincia. Las autoridades, profesionales y comunidades enfrentan la necesidad de pasar de la reacción ante las crisis a políticas integrales y accesibles que anticipen y contengan el sufrimiento psicológico antes de que se convierta en un problema estructural.