La Municipalidad de Santa Fe transformó la Casa Beata Clara Bosatta, ubicada en avenida Blas Parera 7740, en un Centro de Día operativo los 365 días del año. Esta iniciativa, impulsada por el intendente Juan Pablo Poletti, representa un nuevo enfoque para acompañar a personas en situación de calle, brindándoles no solo alojamiento, sino también recursos para su integración social y personal.

El lugar, que contaba con alrededor de 60 plazas destinadas únicamente al refugio nocturno, hoy ofrece un plato caliente, cama y ducha, junto con talleres de huerta, cocina y nutrición, espacios de fortalecimiento cognitivo, orientación laboral, prácticas deportivas y abordaje de consumo problemático. Todas las personas alojadas participaron en, al menos, una de estas actividades, y casi 25 lo hacen regularmente.

El centro también proporciona controles de salud diarios, atención en salud mental y fomenta hábitos saludables mediante actividades físicas y trabajo en huerta como recursos terapéuticos y formativos, favoreciendo la reconexión con la tierra y el vínculo social.

El funcionamiento está a cargo de un equipo interdisciplinario: profesionales en integración social, personal de salud y trabajadora social especializada en adultos mayores, discapacidad y consumo problemático, en articulación con Capital Activa y otras áreas de la Secretaría de Políticas Sociales.

Hugo Marchetti, responsable municipal de Políticas Sociales, subrayó que se abandonó el modelo de refugio solamente invernal para adoptar una visión integral que opera todos los días, incluso fines de semana y feriados, ante una demanda creciente. Habitualmente, entre 20 y 30 personas pernoctan cada noche, y más de 300 personas han sido atendidas durante el año, aunque muchas de esas atenciones son recurrentes.

La mayoría de los alojados son hombres adultos procedentes del centro de la ciudad, que enfrentan diversas problemáticas como conflicto familiar, violencia, falta de vivienda o consumo problemático. Actualmente no hay niños en situación de calle en la ciudad, y las mujeres disponen de dispositivos específicos.

La Casa Beata Clara Bosatta pertenece a la congregación Hijas de Santa María de la Providencia y lleva más de 30 años brindando servicio a los más necesitados. Desde 2023 funciona como refugio municipal y, desde este año, como Centro de Día permanente, con el propósito de fomentar autonomía, reinserción laboral y reconstrucción de vínculos en las personas que viven en la calle. Luciano Aranda, responsable del Centro, destacó la complejidad del trabajo, al atender personas de entre 18 y 80 años con necesidades diversas, y remarcó la importancia de promover la convivencia como parte del camino hacia salir de la situación de calle.

Finalmente, Aranda concluyó que, además de cubrir necesidades básicas como alimento y abrigo, el centro busca brindar un acompañamiento que permita imaginar soluciones personalizadas para cada situación.