La hipertensión arterial, conocida como la “enemiga silenciosa”, afecta a más del 35% de los adultos en Argentina, según datos oficiales. En Santo Tomé, especialistas advierten que la mayoría de los pacientes no presenta síntomas en las etapas iniciales, lo que incrementa el riesgo de complicaciones graves como infartos, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia renal si no se realizan controles médicos periódicos.

Los profesionales recomiendan adoptar una alimentación equilibrada, con bajo consumo de sal y alimentos ultraprocesados, e incorporar frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras. Estudios científicos demuestran que una dieta rica en potasio y reducida en sodio contribuye a mantener niveles adecuados de presión arterial. También se sugiere moderar la ingesta de alcohol y evitar el tabaco, ya que ambos factores agravan el daño vascular.

La actividad física regular es otro pilar fundamental. Caminar al menos 30 minutos diarios, andar en bicicleta o practicar ejercicios aeróbicos moderados mejora la elasticidad de los vasos sanguíneos y fortalece la salud cardíaca. En Santo Tomé, la Costanera y las plazas barriales ofrecen espacios accesibles para incorporar estos hábitos de forma comunitaria.

La prevención, señalan los médicos, comienza en el hogar. Medirse la presión al menos una vez al año, incluso en personas jóvenes sin antecedentes, resulta clave para la detección temprana. En caso de diagnóstico, seguir estrictamente el tratamiento médico reduce considerablemente el riesgo de complicaciones. Cuidar la salud cardiovascular implica no solo decisiones individuales, sino también un compromiso colectivo orientado a mejorar la calidad de vida en la ciudad.