El ex presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue condenado este jueves por la Primera Turma del Supremo Tribunal Federal (STF) a 27 años y 3 meses de prisión en régimen inicialmente cerrado. El tribunal lo halló culpable de liderar un plan de golpe de Estado tras su derrota en las elecciones de 2022.

La sentencia lo responsabiliza por cinco delitos: intento de golpe de Estado, participación en una organización criminal armada, planificación de la abolición violenta del Estado democrático, y daños al patrimonio público y bienes culturales ocasionados durante los actos posteriores a los comicios.

El proceso judicial se tramitó bajo la causa Ação Penal 2668. El juez relator fue Alexandre de Moraes y el fallo contó con mayoría de votos condenatorios, con una sola disidencia. Además de la pena de prisión, se aplicó una multa en el sistema de “días-multa” y otras sanciones complementarias.

Bolsonaro se encuentra en arresto domiciliario desde agosto, en el marco del proceso. Su defensa calificó la condena como “excesiva y desproporcionada” y anunció que apelará, incluso ante tribunales internacionales. A nivel externo, autoridades de Estados Unidos cuestionaron el fallo y lo tildaron de persecución política, mientras que el gobierno brasileño defendió la independencia del Supremo.

Se trata de un fallo histórico, ya que por primera vez en la historia reciente del país un expresidente es condenado por intentar mantenerse en el poder mediante maniobras legales y presión institucional tras perder unas elecciones. Además de la pena de prisión, la condena inhabilita políticamente a Bolsonaro, quien no podrá postularse a cargos públicos mientras dure la sanción y de acuerdo con lo que dispongan los tribunales en el futuro.