La construcción del nuevo viaducto que conectará Santa Fe con Santo Tomé avanza firmemente. Según informó el ministro de Obras Públicas, Lisandro Enrico, se finalizaron las primeras tres columnas que sostendrán la estructura principal del puente. Además, ya están completos los estudios de suelo; se instalaron los primeros 32 pilotes y las vigas se encuentran en etapa de fabricación. La obra, adjudicada a una UTE integrada por Pietroboni, Semisa y Cocivial SA, tiene un presupuesto cercano a los 39 811 millones de pesos, financiado por el Gobierno de la Provincia.

El proyecto contempla tres frentes de trabajo: dos en las cabeceras (una en Santo Tomé y otra en Santa Fe) y el cuerpo principal del puente, que se extenderá sobre el río Salado. El puente existente funcionará como acceso hacia Santo Tomé con dos carriles, mientras el nuevo viaducto facilitará el regreso hacia Santa Fe con también dos carriles. En la cabecera santafesina se demolerá el pavimento de hormigón deteriorado para construir dos calzadas de 9,30 m de ancho cada una (2 carriles de 3,65 m y una banquina de 2 m), una sobre el actual terraplén y otra sobre uno nuevo al norte. También se instalarán iluminación, se realizará parquización y se habilitará una bicisenda. En Santo Tomé, se reorganizará el tránsito: se restringirá el giro a la izquierda en calle Mitre para quienes vienen desde Santa Fe, y se convertirá en sentido único sur-norte Avenida Mitre en las dos cuadras previas al ingreso al puente.

La obra del nuevo puente tendrá una extensión aproximada de 1 300 m, con protección contra erosión en los estribos, defensas metálicas y barandas, y contará con iluminación en todo su recorrido.